La situación actual de la profesión y de la justicia nacional del trabajo en el grave contexto nacional
Nacimiento de la Asociación Abogados del Fuero
Estimados colegas y miembros de la comunidad laboralista:
Actualmente nuestro país se encuentra atravesando por una situación social y económica crítica en virtud de la existencia de una modelo político y económico que da luz verde a una brutal transferencia de ingresos hacia los sectores concentrados de la economía (Bancos, Financieras, Aseguradoras, Energéticas y otros grupos económicos) en desmedro de los justiciables, que no son otros que el pueblo trabajador argentino.
Este maquiavélico plan que beneficia a las corporaciones que más tienen y más quieren, tiene enfrente al único obstáculo que puede frustrar ese codicioso plan: integrantes del Fuero y abogados laboralistas. Somos la última línea de defensa de los intereses de los más desprotegidos, ellos lo saben y por eso es que intentan destruirnos. Intentan hacernos desaparecer por todos los medios.
Ante el poderoso mensaje del establishment industrial y financiero que demoniza el rol del abogado es necesario acercarnos a la sociedad en todo su conjunto para difundir un mejor conocimiento acerca del rol del abogado litigante.
Necesitamos estar organizados. Necesitamos actuar en forma inteligente. Necesitamos revalorizar la ética profesional del abogado. Necesitamos repeler los ataques a nuestra profesión y colaborar con los magistrados y empleados judiciales honestos y comprometidos con la justicia social para mejorar nuestro sistema judicial.
La justicia es la única herramienta que tiene el Estado para hacer valer los derechos, pero aquella nunca triunfará por sí sola ya que para conseguir ese objetivo ha de tener soldados que peleen por ella: Nosotros, los abogados.
Los integrantes del Fuero Nacional del Trabajo no podemos ni debemos mirar para otro lado ante la grave crisis que estamos viviendo – y que lamentablemente va a empeorar – no se puede ser funcional a este sistema ni por acción ni por omisión.
La situación de los abogados.
Es de público conocimiento en la sociedad argentina que existe una crisis en la administración de justicia, pero colateralmente a ésta crisis, está la que vivimos los auxiliares de la justicia: Los abogados.
Desde hace más de 40 años la profesión fue perdiendo ese prestigio que durante mucho tiempo nuestros colegas antecesores lograron ganar y conservar. Nuestra profesión fue considerada en su momento una labor loable, respetada y destacada dentro de la comunidad de profesionales.
Pero con el paso del tiempo ese brillo de esplendor que recaía sobre la figura del abogado fue apagándose para pasar a transformarse en una sombra fría que dio nacimiento a una serie de calificativos agraviantes que empezaron a denostar la profesión abogadil y que se intensificaron en los últimos dos gobiernos, el anterior nos llamó “Caranchos” y el actual directamente “Mafia”.
Ese orgullo profesional por defender los derechos e intereses de los ciudadanos empezó a transitar por un camino sinuoso que terminó conduciéndonos al actual ocaso profesional.
Los continuos cambios legislativos regresivos, el colapso judicial, el desfinanciamiento de la justicia, la falta de transparencia en algunos concursos, la desvalorización de los honorarios, la pobre formación que brindan las diferentes Facultades de Derecho en todo el país, las campañas difamatorias contra los abogados y la inacción de los Colegios de Abogados terminaron precarizando nuestra amada profesión.
En los últimos tiempos los colegios profesionales no solo se dedicaron a recaudar religiosamente el arancel de las matrículas para mantener a abogados dirigentes que no se dedican a litigar, sino que también se caracterizaron por incrementar su inercia ante los constantes atropellos y calumnias que sufren los abogados litigantes que financian las arcas de aquellos. Estos avasallamientos hacia los colegas no solo vienen desde algunos juzgados sino también desde otros organismos públicos del poder ejecutivo de turno en donde los abogados llevamos adelante casos (S.R.T, Anses, AFIP, entre otros). La actitud de los colegios profesionales siempre se caracterizó por adoptar por momentos una actitud pasiva y a veces una mirada esquiva. Y en la pocas veces que intervino por pedido de los abogados matriculados se llevaron a cabo acciones totalmente estériles que no lograron absolutamente nada.
Necesitamos hacerles llegar el mensaje a aquellos que no nos defienden y a aquellos que quieren entorpecer nuestro ejercicio de la profesión. Necesitamos defendernos nosotros mismos. No pasarán!!!.
Es imperioso favorecer las actuaciones tendientes a construir y posicionar una asociación como una entidad representativa de los intereses generales de los profesionales del Derecho para construir puentes de comunicación con los diferentes fueros judiciales, administraciones públicas competentes, otras entidades de abogados y demás organizaciones privadas.
Este es el momento para generar acciones y por tal motivo necesitamos generar una construcción colectiva y sinérgica que aglutine abogados comprometidos, solidarios y calificados que aporten nuevas ideas con el objetivo de reivindicar la profesión de abogado, recuperar el respeto y la dignidad que nos merecemos y, principalmente, para materializar los reclamos y quejas que nunca llevaron a cabo aquellos quienes deberían representarnos.
A lo largo del 2019 estaremos brindando mayores detalles de ésta iniciativa colectiva para que los colegas puedan ir tomando conocimiento de ésta propuesta.
Los invitamos a sumarse a una construcción planificada, sinérgica y pragmática que va a avanzar a paso firme en la defensa de los derechos e intereses de la comunidad de abogados que transita tribunales y que sufre en cada expediente los defectos de un sistema de justicia que se cae a pedazos.
En virtud de ésta necesidad daremos nacimiento a la asociación “Abogados del Fuero”. La misma será una asociación sin ánimo de lucro, libre, democrática, plural e independiente que tendrá sus puertas a todos aquellos abogados litigantes que no se sientan defendidos por los colegios profesionales.
No estamos solos, somos muchos. Contamos con todos ustedes.
Muchas gracias y feliz 2019 para todos.
Nahuel Altieri