Vaya al Contenido

email: info@ladefensa.com.arsuscriptores@ladefensa.com.ar

Obstáculos y desafíos para el acceso en los Consejos/Magistratura/Colegiación
Relatora Alba Cuellar Murillo

La Dra. Tshieder abrió el panel remarcando y reconociendo que las conclusiones que surgen de las Jornadas Nacionales de Abogadas, hoy la doceava, constituyen un aporte valioso para la evolución de la igualdad entre el hombre y la mujer.
Remarcó la necesidad de trabajar en forma conjunta entre el Poder Judicial y la Colegiación máxime teniendo en común el objetivo de la tutela judicial efectiva de los justiciables.
En cuanto a los desafíos de la colegiación, que si bien son muchos, señaló los siguientes como prioritarios:
1.- La defensa de la abogacía libre e independiente: ya que es la que garantiza la vigencia del Estado de Derecho y esta es una incumbencia importante para la FACA y lo trabaja a lo largo y ancho del país. Hoy sólo dos provincias carecen de colegiación legal que son Chaco y Santa Cruz.
2.- Otro desafío es la Capacitación académica contante: comentó sobre la formación que desde FACA se brinda y posgrado. Resaltó que las nuevas tecnologías han permitido que las capacitaciones lleguen a todo el país de manera federal.
3.- El tercer desafío de la Colegiación lo constituyen nuestros honorarios profesionales y su pago debido.
Tras encuesta realizada a la abogacía joven de nuestro país surgió en una de las respuestas que el 50% de las/los colegas precisaban de un segundo empleo para subsistir e incluso que el 60% estaba dispuesto a dejar el ejercicio de la abogacía por otro trabajo. Señaló la falta de concientización por la soberanía del valor de nuestra labor, remarcó qla necesidad de que los Colegios de Abogados/as hagan campañas sobre el valor la consulta (oral/escrita) y el trabajo del abogado/a quienes ayudamos a mantener la paz social.
4.- Otro desafío a trabajar es lograr una paridad real, efectiva y definitiva en la Colegiación. Si bien hoy tenemos en la FACA un estatuto de paridad y alternancia (que fue permitido por las últimas dos mesas directivas, lo cierto es que, dentro de la estructura verticalista de los colegios tenemos poca presencia femenina. De los 83 colegios y asociaciones que conforman la FACA, sólo el 27%  tiene presidencias femeninas. En octubre se suma una más (Entre Ríos).
De allí la importancia de seguir trabajando con mucho ahínco en la paridad en la colegiación.
La Dra. Tshieder acompañó una encuesta que puso a disposición y que se realizó en el Colegio de Rafaela, Santa Fe, 5ta. Circunscripción.
Remarcó que, al ser un país tan vasto, sería importante que cada colegio pueda hacer un informe similar y poder así comparar y visibilizar la realidad que como abogados/as vivimos.
Dentro de las preguntas que se realizaron señaló que para la elección de la especialidad elegida por cada colega, el 59,4% No fue condicionado por su género (sexo), el 20,3% Si y el 20,3, que Tal vez.
Consultados si en su dinámica familiar estaban a cargo de tareas domésticas o el cuidado de otras personas, el 81% respondió que Si y el 18,8% respondió que No. Ante consulta si creían que el ejercicio de la profesión se veía condicionado por la combinación con las tareas de cuidado o dinámicas diarias, el 62,5% respondió que Si, el 19,6% que No y el 17,9% que Tal vez.
Consultados si consideraban importante tener licencias para la profesión el 85,7% respondió que Sí.
Otros datos relevantes fueron “si habían presenciado situaciones de violencias o discriminación hacia alguna colega por motivo de género”, el 44,9% dijo que Si, el 34,8% que No y el 13%, Tal vez.
Preguntados ¿Por quién?, el 75% respondió que por sus colegas; el 42,5% por miembros de la repartición pública del Estado y el 52,5% por los clientes y un 30% por un superior jerárquico.
Ante la pregunta sobre qué tipo de violencia presenciaron, un 85% dijo psicológica; 7,5% física; 2,5% sexual; 30% económica; 45% simbólica; entre otras.
Ante la consulta si padecieron violencia o discriminación en la profesión pr motivos de género, el 36,2% dijo que Sí; el 44,9% que No, mientras que el 14,5% dijo No saber.
Los resultados de la Encuesta comentada llevaron a que el Instituto de la Mujer del Colegio de Rafaela solicitara capacitación para la abogacía en general de Rafaela, para Directores, Colegios y miembros del Tribunal de disciplina. Ante esto armaron un Equipo académico para la formación en Ley Micaela con muy buena concurrencia.
Finalizó la Dra. Tschieder reiterando la importancia del apoyo a nuestro trabajo; a la realización de Jornadas como la presente que mantienen en vigencia todos nuestros principios y la forma de encarar día a día nuestro trabajo que colabora a sostener la paz social.
La Dra. María del Carmen Besteiro nos planteó que si bien el acceso paritario de las mujeres a los espacios de toma de decisión ha evolucionado notablemente en las últimas décadas, estos progresos no han sido suficientes para garantizar la igualdad de derechos, oportunidades y trato.
La discriminación contra la mujer, ostensible o sutil, el techo de cristal, sigue siendo una constante.
Las instituciones de la abogacía y el Poder Judicial no escapan a esta lógica ni son la excepción.
En las Jornadas Nacionales de 2021 recalcó que pudimos celebrar la composición paritaria en la Mesa Directiva de FACA.
En el 2022 la paridad en la representación de los estamentos de la abogacía y la justicia llegó al Consejo de la Magistratura de la Nación.
En este 2023, nos convoca la Dra. Besteiro a redoblar esfuerzos para mantener el tema en agenda, impedir retrocesos normativos y avanzar hacia una igualdad real en los espacios de toma de decisión.
Para materializar instituciones con democracia paritaria debemos tener en claro que la lista paritaria no asegura la conformación paritaria del cuerpo así como tampoco asegura igualdad en la toma de decisión.
En la misma línea, nos acerca el trabajo de la Dra. Aguirrezabal Quijera que nos dice “en tanto no se logre desanudar esa cultura política basada en patrones patriarcales, los niveles institucionales y las políticas públicas van a ser disputadas por las resistencias culturales y políticas”.
Continuó diciendo la Dra. Besteiro que no hay exclusiones formales que justifiquen la baja participación de las mujeres en espacios de decisión en condiciones de igualdad con los abogados.
Las instituciones hoy presididas por mujeres no resulta representativo en relación a la cantidad de abogadas matriculadas. Existe aún un importante número de colegios que nunca han sido presididos por una abogada.
Repasando la historia en FACA el acceso paritario a su conducción no fue posible hasta que se logró la reforma de su estatuto como acción positiva.
Dentro de los discursos allì expresados, se marcaron diferencias, razones sobre la falta de aspiración o compromiso de las mujeres abogadas con la participación en los espacios de conducción de las instituciones de la colegiación e incluso preocupación por que no se pudiera resolver la integración de la lista por la falta de aspirantes al cargo.
La realidad mostró y sigue mostrando lo contrario. Nuestras colegas son sumamente activas y se sienten en condiciones de asistir y circular por el país con la misma eficiencia que lo hacen los varones.
Ante esto resulta vital contar con datos precisos sobre las cláusulas de acción positiva en todas las Instituciones de la Colegiación, su efectivo cumplimiento, las proporciones de la integración de abogadas y abogados de los Consejos Directivos y sus mesas directivas, al igual que las presidencias.
Para esto la Dra. Besteiro nos instó a: buscar  la aprobación, por la Institución que nos convoca, para la realización de un mapa de género de las instituciones de la abogacía, donde se hagan informes anuales que visibilicen lo que para nosotras es de público y notorio que es la baja representación de las abogadas en las mesas directivas y la dificultad para la perforar el techo de cristal.
Nos instó a que sigamos bregando por la paridad en la coordinación y/o dirección de las comisiones bajo el lema “No sin nosotras en las actividades académicas, de espacios de investigación y decisión”.
Finalizó su ponencia remarcando que “no habrá paridad sustantiva sin un nuevo modelo sostenible de democracia feminista con un Estado social paritario”.
La Consejera,  Dra. María Fernanda Vázquez, inició su disertación señalando la importancia de darle un marco al tema del Acceso de las Mujeres en los Consejos, Colegios, Magistraturas y otros ámbitos.
Señalo que si bien en los últimos años se puede observar un crecimiento constante de mujeres dentro del Poder Judicial, sea a nivel provincial, nacional, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, éste aún está muy por debajo de la paridad.
En el período 2020/2022 la participación de la mujer, su representación, es alrededor de un tercio, número bajo pero es dinámico, está en movimiento.
En cuanto a la composición de género, en el año 2022, de todos los Consejos de la Magistratura (Nación, Provincia, Ciudad Autónoma de Buenos Aires) teníamos 208 consejeros/as de los cuales 76 eran mujeres y 132 varones. En cuanto al Consejo de la Magistratura de Nación, que la Dra. Vázquez integra, hubo un pico de participación de mujeres en el 2022 en el que se pudo contar con 9 consejeras mujeres y 11 varones. Actualmente, año 2023, son 7 mujeres y 12 varones.
Todo esto se logró por este movimiento positivo y en ascenso que venimos las mujeres trabajando pero aún tenemos distintas barreras y problemáticas que nos afectan en el acceso y permanencia en los sistemas de justicia y en especial en los cargos de mayor jerarquía. Entre ellas:
1.- Vivimos en una sociedad profundamente patriarcal donde los mecanismos de decisión están aún afirmados en ordenes masculinizados.
2.- Otro obstáculo son los sistemas electorales. Los mecanismos y normativas de Colegios, Consejos, entre otros, no favorecen con acciones positivas el acceso de mujeres en condición de paridad.
3.- Otro obstáculo es que todavía el peso de los cuidados recae mayoritariamente las mujeres. Esto más allá del cambio positivo y favorable de la participación de varones pero la evidencia marca que esta carga ralentiza, dificulta, distorsiona y solapa nuestras trayectorias y posibilidades de desarrollo profesional en distintos espacios.
Esto nos marca el camino para buscar mecanismos de elección y promoción que amplíen las normativas para reducir las brechas de género.
Viendo el “vaso medio lleno” la Dra. Vázquez propone tener siempre presente el camino recorrido, las actividades y los avances normativos ganados. Como ejemplo de ello señaló la Reglamentación electoral del Consejo de la Magistratura de la Nación cuya modificación fue determinante para que en el año 2022/2023 el porcentaje de participación de mujeres haya aumentado. Señaló que esto debe estar en la ley, y no en una reglamentación, para salir de la precarización y tener esperanza de sostenimiento a futuro. Dentro de estas modificaciones encontramos:
1.- El cupo femenino en las ternas.
2.- Incorporación paritaria en jurados así como la perspectiva de género.
3.- Protocolos contra el acoso sexual, sexista, violencia interseccional en el ámbito de trabajo. Se aprobó la Reglamentación 156.
4.- Refuerzo en los Observatorios para visibilizar los obstáculos de género.
5.- Políticas de conciliación entre la vida laboral y familiar para que las mujeres puedan acceder a capacitaciones, lactarios, entre otros.
6.- La incorporación de acciones positivas para promover la participación de mujeres.
Señaló como fundamental el continuar con las capacitaciones en género y sensibilización sobre  brechas y discriminaciones en la justicia.
Para finalizar remarcó la importancia de crear redes, lazos, uniones constructivas para que la labor y esfuerzo de un grupo pueda ser luego continuado por otras.
La sororidad femenina, como en este tipo de encuentros, es determinante para poder llevar adelante distintas acciones en gremios, colegiación y generar así cambios sustanciales en los derechos de las mujeres.
La Dra. Marina Herrero, abordando el tema género de manera más amplia y ante la consigna de porqué es importante que las mujeres ocupemos cargos, responde de manera sintética diciendo “porque cambian los temas y contenidos de las agendas”.
Propone “feminizar el desempeño de los cargos” ya que no se reconocen los tiempos de las mujeres en sus tareas de cuidado combinadas con el ejercicio profesional y de gestión de otras responsabilidades.
Continuó diciendo que, mientras avanzamos en esta lógica de cambio debemos velar porque en esos cambios se tenga presente esta impronta de “feminización” para que ninguna mujer tenga, en el cargo que desee ejercer, que optar por hacer o no hacer. Diferenció esto del ocupar un cargo en la justicia donde tenemos un trabajo con un horario establecido y otros condicionantes.
La Dra. Herrero refirió a cargos que demanden otro tipo de dedicación en donde hay mayor imprevisibilidad.
Señaló la importancia de tener un “cambio de paradigma” en el que reconozcamos que las mujeres no debemos “convertirnos en hombres” para desempeñar, ejercer los cargos sino que los cargos se tienen que amoldar a las mujeres. Esto nos permitirá salir de la dualidad “mujer carrerista” y “mujer no carrerista” en la que por ejemplo nada debería tener que ver la decisión de tener o no hijos e hijas.
Otro punto que remarcó la Dra. Herrero, y que pudo observar en la representación de los abogados/as del interior del país, menos la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, es cómo ejercemos las mujeres en la profesión liberal nuestra profesión.  Pudo allí advertir que las mujeres no teníamos una desventaja en el ejercicio de la profesión frente a los hombres porque no éramos tratadas como mujeres sino que éramos asimiladas a ellos.
Señaló que falta perspectiva de género en el ejercicio profesional de las mujeres y que las primeras que debemos vencer los paradigmas del ejercicio laboral somos nosotras mismas.
Finalmente comentó del nuevo sistema de valoración en materia de concursos que han implementado en el Consejo de la Magistratura de Nación en el que ahora, como requisito de inscripción, se deberá acompañar capacitación en género, con vigencia de plazo no mayor a dos años, expedido por universidad pública. Dentro de este trabajo pudo visibilizar que las mujeres tenemos menos cursos y antecedentes, por contar con menos tiempo para ese tipo de tareas, y que esto hace que, en el orden de mérito, estén las mujeres muy por debajo que los varones.
Regreso al contenido